Samoa es un Estado independiente en el Pacífico Sur, al norte de Nueva Zelanda, compuesto por nueve islas de las cuales sólo cuatro están habitadas. El país no entró en contacto con los europeos hasta 1700, cuando estos instalaron algunos puestos de comercio en el archipiélago. Después de un breve periodo como colonia alemana, fue ocupado por fuerzas expedicionarias neozelandesas durante la primera Guerra Mundial. Nueva Zelanda administró desde entonces el país en concepto de fideicomiso, hasta su independencia en 1962.
La legislación offshore de Samoa, basada en la common law por la influencia neozelandesa, data del año 1987. A pesar de llevar ya más de dos décadas ejerciendo como centro financiero offshore, se trata de una jurisdicción relativamente poco conocida, a pesar de que cuenta con una de las mejores legislaciones disponibles en la actualidad.
El sector bancario por contra es muy modesto y existen solamente cuatro entidades bancarias en la isla, dos de ellas sucursales de bancos extranjeros.
Siendo muy dura en la lucha contra el blanqueo de capitales y el fraude, Samoa ha sabido sin embargo legislar adecuadamente para proteger al máximo la confidencialidad de las sociedades offshore registradas en su territorio, castigando severamente la divulgación de información sobre accionistas o ejecutivos de las compañías. Es además una de las pocas jurisdicciones que prohibe específicamente en sus leyes la revelación de informaciones que pudieran dar lugar a multas, penalizaciones o al pago de impuestos. Ordenes judiciales internacionales sólo se tramitan si están relacionados con delitos graves como el blanqueo de capitales, el narcotráfico o terrorismo.
La ley de sociedades samoana cuenta también con una cláusula de "evento especial", única en el mundo, la cual permite al accionista de una sociedad predeterminar en su escritura de constitución a una persona (o personas) física o jurídica, a la que serán transferidas sus participaciones en caso de producirse un evento previamente establecido. Este "evento" puede ser un juicio de acreedores, un fallecimiento o cualquier otro hecho justificable documentalmente. La legislación establece además un plazo de carencia de tan sólo dos años para posibles reclamaciones por parte de acreedores sobre los capitales depositados a nombre de una compañía samoana. Por este motivo Samoa es una jurisdicción preferente para la protección patrimonial. No obstante, como jurisidicción multi-propósito es adecuada también para todo tipo de actividades, especialmente las relacionadas con el comercio internacional.
Samoa ya no es un paraíso fiscal según el criterio del G-20 y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). No obstante, sigue siendo considerada como tal por las legislaciones nacionales de algunos países.
Usos de Compañías Offshore de Samoa
- Tenedora de cuentas bancarias, depósitos a plazo fijo, proyectos de inversión y cualquier otro título financiero o comercial.
- Propietaria de acciones de otras sociedades o entidades legales.
- Propietaria de apartamentos, casas, edificios, naves y cualesquiera otros activos o bienes muebles o inmuebles.
- Administradora o promotora de transacciones comerciales internacionales.
- Arrendamiento internacional de vehículos, maquinarias y otros.
- Instrumento adecuado para dar o recibir dinero en préstamo, pagar comisiones,regalías y otros réditos.
- Mercadeo y promoción de productos y servicios.
- Otras actividades comerciales y financieras.